En una noche llena de expectativas, la Selecta Salvadoreña se enfrentó a una Selección de Trinidad y Tobago que venía de ganar su primer partido. Sin embargo, el resultado no fue el esperado para los fanáticos salvadoreños, ya que el equipo nacional perdió, y con esto igualó su peor récord.
El renovado Estadio Nacional «El Mágico» González vibró con la emoción de los aficionados, pero lamentablemente, el equipo de El Salvador mostró carencias evidentes.
Hugo Pérez, el entrenador de la Selecta, experimentó una vez más con tácticas extremas que no dieron frutos. Parece haber perdido la brújula y la dirección de la selecta y su falta de experiencia se reflejó nuevamente.
Los jugadores de la Selecta también deben asumir su parte de responsabilidad en esta derrota. A pesar de contar con talento en el equipo, no lograron entregarse completamente en el partido. La falta de compromiso y la falta de cohesión fueron evidentes en el terreno de juego.
En cuanto a los goles, Zavaleta y Gil lograron marcar para El Salvador, pero no fué suficiente para contrarrestar los 3 tantos de García, Shaw y Telfer por parte de Trinidad y Tobago que con una efectividad del 99 por ciento ganó muy fácilmente.
Hugo Pérez, como entrenador de la Selecta Salvadoreña, se encuentra actualmente bajo un escrutinio más intenso, especialmente después de la derrota ante Trinidad y Tobago. La actuación del equipo en el partido plantea preguntas sobre su capacidad para liderar y su elección de tácticas experimentales en momentos cruciales. La afición y los críticos están observando de cerca cómo Pérez abordará estos desafíos y si puede encontrar una fórmula que permita a la Selecta recuperar su nivel y su confianza.