UN HISTORIAL FUNDIDO EN EL CEMENTO
El equipo de la ciudad de Metapán se llama Asociación Deportiva Isidro Metapán. José Gumercindo Landaverde (Q.D.D.G.) fue el presidente que llevó a los «caleros» a la primera división; «los caleros» como se les conoce en el ambito nacional tienen como sede principal el estadio «Jorge Suárez Landaverde,» que lleva el nombre del ex portero de la selección en los años 70 y que tuvo una gran trayectoria en el fútbol nacional. Este estadio tiene la capacidad de albergar aproximadamente 8 mil aficionados.
El equipo nació en 1979 como CESSA, nombre con el cual ganó el campeonato de Ascenso en la temporada de 1984. El cuadro «calero» llegó a la primera división del fútbol profesional por primera vez en 1985. Algunos de los jugadores emblemáticos de ese equipo que logró llegar a la Primera División fueron: Óscar Ulloa, Néstor Peña y Jaime Murillo. Su primera participación en la Liga Mayor fue en el campeonato de 1985, en el cual terminó quinto con siete victorias, 14 empates y seis derrotas.
Conocido como «los cementeros,» el CESSA formó su primer plantel mayor con jugadores de equipos como el Once Lobos, ADET, FAS, Alianza, Atlético Marte, Luis Ángel Firpo y ADOC.
Para marzo de 1986, la junta general de socios decide cambiar el nombre de CESSA por el de Metapán F.C. El club oficializó entonces como uniforme principal camiseta amarilla, calzoneta azul-celeste y medias blancas, y como auxiliar camiseta amarilla oro, calzoneta blanca y medias blancas, señalando como sede el estadio Óscar Alberto Quiteño, en Santa Ana, y la cancha Los Sauces, en Metapán, como subsede.
En el campeonato 1986-1987, Metapán F.C. se ubicó en el octavo lugar, al igual que en la próxima temporada (1987-88). En este torneo, el mejor goleador metapaneco fue el uruguayo Clemente Gussoni, con 12 goles. El año de 1988 fue importante para Metapán F.C., ya que se le aprobó la personería jurídica, la cual se publicó en el Diario Oficial en diciembre de ese año. El club se define como una entidad no lucrativa y de carácter apolítico, trazándose como objetivo principal fomentar por todos los medios posibles la práctica del deporte, teniendo como norma especial el dar toda la colaboración posible a las autoridades deportivas.
En el campeonato 1988-89, nuevamente el club calero se ubicó en el séptimo lugar, siendo sus goleadores principales Ernesto Alfaro Peña y Walter Martínez; además, el jugador Luis Francisco Sandoval fue uno de los jugadores más disciplinados del campeonato. Para la campaña 1990-91, los diez equipos se ubicaron en dos grupos. En el grupo «A,» el equipo metapaneco obtuvo el tercer lugar, lo que no le dio la oportunidad de entrar a la final, pero sí disputó la final del campeonato de copa contra el Atlético Marte, siendo este último el ganador del título.
En el campeonato 1991-92, los cementeros tuvieron una serie de altibajos, lo que los llevó a perder ante el C. D. Cojutepeque, derrota que los mandó a la liga de Ascenso (hoy, segunda división). Los cementeros se enfrentaron en un partido extra porque ambos habían quedado igualados en puntos, 30 para cada uno. Sin embargo, la suerte no estuvo con los metapanecos, ya que perdieron este juego 2-1 ante el Cojutepeque. Los goles del Cojutepeque fueron obra de: Alfredo Poyatos al 42 y Walter Johnson al 111, antes había anotado el Metapán por parte de Marcelo Gutiérrez, al minuto tres.
El partido no se definió en el tiempo reglamentario, sino que fue hasta la segunda parte del extratiempo donde Johnson marcó el definitivo 2-1. Lo que ambos equipos mostraron en el partido, y en especial en el extratiempo, hizo que los casi 7 mil espectadores que dejaron una taquilla de 115 mil colones, salieran satisfechos del buen juego que observaron.
Tras competir por siete años en la liga de ascenso, el equipo metapaneco realizó una buena campaña en la temporada 1999-2000, lo que le permitió llegar a pelear la final del torneo de la segunda división del fútbol salvadoreño.
Se enfrentó contra el Atlético Balboa del Departamento de la Unión. Se realizaron dos partidos, en el primero el marcador fue un empate 2-2 que terminó suspendido al minuto 34 del segundo tiempo, cuando un aficionado lanzó un palo al árbitro Victorino Rodríguez Portillo en el estadio Cuscatlán. En el segundo encuentro, el marcador fue 1-1. Sin embargo, el comité disciplinario de la Federación Salvadoreña de Fútbol decidió decretar el triunfo al Balboa. Nuevamente el equipo cementero se había quedado con el deseo de estar en primera división. Duro, porque aunque no perdieron, no contaron en este caso con la suerte.
Edwin Portillo, técnico, no lo podía creer, ya que habían realizado un buen torneo y en la final lo habían dejado todo. «Ese día fue uno de los peores de mi vida, recuerdo que estuve furioso, el equipo no se merecía que un dictamen decretara el triunfo al Balboa,» recuerda hoy Portillo.
El Metapán encontró nuevamente la oportunidad de volver a la liga Mayor «A» donde por una década entera se convertiría en el verdugo de los cuadros grandes. En la temporada 2000-2001, cuando se dio la fusión del Metapán con el Isidro Menéndez el otro equipo de la localidad, brindándoles la oportunidad de volver a la Liga Mayor «A.» Volver a conseguir el tan anhelado pase a la Liga Mayor de Fútbol de El Salvador no fue nada fácil. El Isidro Metapán, basado en un cuadro que combinó el rodaje y preparación con la juventud, afianzó su pase a la final de la liga de Ascenso al imponerse 3-1 al Chalatenango en el Estadio Nacional «Flor Blanca» (hoy Jorge González). Lo esperaba el oriental Jocoro, con quien debía disputar una serie final a dos partidos.
El once metapaneco tenía una promesa que cumplir. Mario López, uno de sus integrantes, había fallecido unos meses antes de la final. Esa promesa comenzó a cumplirse en el primer juego, el 29 de abril de 2001, cuando los metapanecos se impusieron gracias a los goles del brasileño Noé Dos Santos (20) y Antonio Landaverde (79). El Jocoro descontó con anotación de Domingo Álvarez (47). Para el juego de vuelta, en una rutilante actuación del veterano Guillermo Rivera, el Isidro Metapán venció 3-1 y logró a todo tren su boleto de regreso a la primera división. «Memo» escribió en letras de oro este partido: anotó al minuto tres, participó en el gol de «Toñón» Landaverde al 23 y marcó el tercer gol cementero al 61. Domingo Álvarez volvió a maquillar el orgullo del equipo oriental con su tanto al 35.
La camisa del campeón salió a relucir en los jugadores, directivos y cuerpo técnico; el triunfo fue dedicado al ex jugador Mario López, y fue un buen gesto inolvidable en esta digna final. El pueblo metapaneco vivía un sueño hecho realidad. Occidente contaba con un segundo equipo (junto a FAS) en la primera división, gracias al técnico Edwin Portillo, el auxiliar Óscar Ulloa, al alcalde y presidente del equipo Gumercindo Landaverde (Q.D.D.G) y, por supuesto, los jugadores.
En su primer torneo en su regreso a la Liga Mayor, el Isidro Metapán se colocó en un aceptable sexto lugar, con 26 unidades. Lo más relevante fue el empate que firmó en la jornada 18 ante su vecino occidental, el FAS, en el Óscar Quiteño: ese 1-1 limitó a los tigrillos a solo 29 puntos, por lo que se quedaron en el quinto lugar y fuera de las semifinales, ya que el Limeño alcanzó 30 puntos y ocupó la cuarta plaza. Si el FAS hubiera ganado ese partido contra los caleros, habría alcanzado 31 unidades y se habría metido entre los mejores cuatro.
El Metapán ha obtenido 7 títulos de campeón en su historia en la primera división: Clausura 2006 (venciendo al Firpo 1-0), Apertura 2008 (superando 4-3 al Chalatenango en penaltis después de empatar 3-3 en 90 minutos), Clausura 2008 (ganando, de nuevo, 1-0 al Firpo), Clausura 2009 (imponiéndose 3-1 al Águila), Apertura 2010 (4-3 en penaltis ante el Alianza, después de un 0-0) y Apertura 2011 (coronándose con un 1-0 sobre el Once Municipal). Perdió la final del Clausura 2012 1-2 contra el Águila. Final Apertura 2012 (venció a Alianza en penaltis 4-3, después de 1-1 en 120 min).