El desempeño del equipo de Metapán en el partido contra Usulután fue simplemente decepcionante a pesar de las oportunidades que tuvieron para marcar y controlar el juego, su falta de habilidad y determinación fue evidente desde el inicio.
La amonestación temprana de Rivas al 24′ por una falta sobre Ochoa Lemus puso de manifiesto la falta de disciplina en el equipo. Esta tendencia continuó con la segunda tarjeta amarilla para Erivan Flores al 30′, demostrando una falta de control emocional que socavó las posibilidades del equipo.
El entrenador tuvo que hacer cambios forzados, lo que demuestra la fragilidad de la alineación del equipo. A pesar de las oportunidades para igualar el marcador en la segunda mitad, el equipo de Metapán carecía de la determinación necesaria. El gol de Firpo al 81′ fue un resultado merecido por su constancia y determinación en comparación con la pasividad de Metapán.
En resumen, el desempeño del equipo de Metapán en este partido fue desastroso, marcado por la falta de disciplina, la falta de control emocional y la incapacidad para capitalizar las oportunidades. Es un recordatorio doloroso de que se necesita un esfuerzo más serio y concentrado para competir en este nivel de fútbol.